jueves, mayo 25, 2006

Los recuerdos y el mar




Cuando oigo el golpe sordo de la ola sobre la arena
tu recuerdo me vuelve,
y el aroma de la dama de noche
entra por las yemas de los dedos
y me inunda con tu imposible presencia,
llena de pavorosos silencios, harta de inútiles retornos.


Pero el mar no vuelve a la playa
por sus recuerdos.
Tan solo vuelve.
Simplemente vuelve.

Aguarda sin prisas, sin apuros.
Y cuando mata
lo hace sin sentimientos;
no necesita razones, ni planea, ni busca.
No siente remordimientos, ni placer, ni dolor.

No olvido cuando saliste
y me dejaste ávido de amor.
Y me dejaste,
solo me dejaste.

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