sábado, marzo 29, 2008

TRAS LA CARRERA POR EL PODER



Y por el monte bajan,
voraces y terribles, como rocas
arrancadas por la tormenta,
como árboles desgajados
por el vendaval, como elefantes
enfurecidos; y cuando han pasado
no queda hierba sobre la que tumbarse,
no quedan flores sobre las que llorar.






domingo, marzo 02, 2008

QUIÉN SABE ADÓNDE





Al llegar les negaron el refugio.

No les importó demasiado y siguieron andando.

La lluvia fina les mojaba la cara.

Descansaron un momento bajo un árbol.

El viento arrancó el árbol de cuajo.

Siguieron andando puesto que habían descansado,

o al menos eso creían ellos.

Empapados.

Se miraron a los ojos.

Se besaron en silencio.

Levantaron la cara al cielo,

y el viento se los llevó estrechamente abrazados,

quién sabe adonde.