... esa noche, quiero que estés conmigo

. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando el inmenso silencio de las estrellas
trae a nuestro corazón
ese punto de miedo
que nos hace acreedores del paraíso . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando los erales del cercado
sueñan con el murmullo reverente de los hombres,
con la sangre compartida,
con el clarín que llama al silencio final,
con la arena cerrada . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando el humo oculta las manos
y pensamos en la futilidad de la acción
y aún del pensamiento,
cuando creemos que no queda nada en que creer,
cuando olvidamos ilusiones,
cuando lloramos sin razón . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando la lenta agonía del zorro,
cuando el pez sorprendido boquea,
cuando la ausencia se levanta gritando,
cuando llama a nuestra puerta la ira,
cuando la angustia se asoma al mar,
cuando pensamos que es mejor soñar que vivir . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando se rompe el hilo de la aurora,
cuando el rocío da vida a la flor,
cuando olvidamos rencores y pasados . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando el cuerpo pegado a la tierra
siente que le penetra su calor
y reencuentra el sentido de la vida
olvidado en el seno de su madre . . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo

Cuando la muerte ronde mi habitación,
cuando el grito atraviese el cristal,
cuando sienta ansias de amor. . .
. . . esa noche
quiero que estés conmigo.

La foto en blanco y negro es mía. Las otras dos no sé de quién son.