jueves, septiembre 16, 2010

Amargo.wmv





Al principio, triste y pequeño. Pero, a medida que toca su banjo, crece con la música y se va dejando llevar por ella hasta transformar su expresión en alegría, rescatada gracias a un guitarrista forastero.
El niño crece, brilla y exhibe su sonrisa apresada en los_ pliegues de su deficiencia sonrisa maravillosa que la magia de la música trae a la superficie.

Después, vuelve dentro de si, dejando su parte de belleza eternizada en este film.
El niño que toca el banjo no es actor, es apenas un chico autista que residía cerca del lugar_ donde se estaba filmando la película.

Cuando,por casualidad, el equipo paró en una gasolinera, surgió esta escena notable del film, que el director Boorman tuvo la felicidad después de incluirla en la pelicula...
Reparen en la expresión del niño...

ITO MORALES