
La arena les envolvía, cegaba. Aunque no les impedía andar.
No parecían darse cuenta que estaban alrededor de un mismo círculo, o quizás no les importaba porque no tenían destino. Únicamente se movían sin escuchar las instrucciones ni atender a los consejos. No pensaban. No hablaban. No gritaban. No lloraban. Aunque no tenían necesidad de hacer cualquiera de estas cosas u otras, puesto que no tenían fin. Estaban allí y seguían andando.
La arena les envolvía, cegaba.
La foto la pesqué en http://foro.meteored.com/index.php/topic,29314.0.html