lunes, junio 19, 2006

Los ojos



El sudor resbala por su cara.
La azada
se levanta una y otra vez, cae una y otra vez.

Las manos que la sostienen no sufren.

Ahora son los ojos
los que se levantan y miran al mar, allá lejos,
un punto apenas visible, allí está echando sus redes,

…esperando.

Llegará a la noche, oliendo a hombre, una mezcla
de sal, viento y pescado.

Allí, sobre el colchón le hará el amor

y al amanecer se irá hacia otro día igual.

Una gaviota que grita mientras revolotea.

Los ojos la siguen y, por un momento, parece que se iluminan…
Los ojos,
vuelven a la tierra apagados.

La azada
se levanta una y otra vez, cae una y otra vez.

2 comentarios:

José Luis Avila Herrera dijo...

Qué belleza de obra literaria, me recordó la vida de una prostituta...

Esos seres hermosos, pero vacíos, dulces, pero amargos...

Me gustaría que leyeras [esta composición] de mi autoría, es de contenido similar...

También te recomiendo [esta más]

P.D. Gracias por el link, en breve también estarás en mi blog.-

Anita dijo...

Que bellas letras me has dejado.
Sinceramente, hace mucho, pero mucho que no me dedicaban palabras tan hermosas, con sentimiento, con sutileza, especiales para mi.

Gracias, un beso sincero.